PRESENTACIÓN

Es para nosotros un enorme placer y honor saludar al Festival de Cine de Lima en su vigesimoquinto aniversario, uno de los principales eventos culturales en el Perú y Latinoamérica, del cual nos sentimos orgullosos aliados. Con estos 25 años celebramos el trabajo sostenido y la creatividad para llevar a cabo el Festival en las condiciones actuales. El Ministerio de Cultura reconoce la importancia del cine para el desarrollo cultural de nuestros países y su aporte a la reflexión y al bienestar de sus ciudadanos y ciudadanas. Asimismo, celebramos la oportunidad de renovar el compromiso por colocar a la cultura en el centro de nuestras prioridades.
El cine, y las artes en general, apelan a nuestra capacidad de entender diferentes realidades y de experimentar la vida a través de otras personas, de diversas culturas y comunidades. No hay cine sin un reconocimiento de la diferencia, de la diversidad, y sin la comprensión del derecho que tenemos de representarnos, mirarnos, contar nuestras historias y compartirlas en nuestro país y más allá de nuestras fronteras.
En todo el territorio nacional, personas se dedican a representar y exhibir sus historias y experiencias, a incentivar y reconocer nuestro patrimonio cultural vivo. Desde el Ministerio de Cultura queremos felicitar al Festival de Cine de Lima por darle un espacio importante a las cinematografías de las diversas regiones del país, las cuales merecen ser cada vez más vistas y reconocidas por el público. El alcance masivo del cine y la potencia con la cual atraviesa fronteras geográficas y simbólicas, hacen de él una poderosa herramienta para reconocer el pasado, valorar nuestras costumbres, desarrollar nuestra imaginación y fomentar relaciones interculturales.
Las políticas culturales que promovemos, como las de los Estímulos Económicos para la Cultura, buscan ampliar el acceso de la ciudadanía a la creación artística y a sus beneficios sociales. De esta manera, el Ministerio de Cultura reafirma su compromiso con la creación y la expresión cultural, ya que diversas obras cinematográficas, entre largometrajes y cortometrajes que se presentarán este año, y se han venido presentando, en las diversas secciones del Festival, fueron reconocidas por los Estímulos Económicos para la Cultura. Nuestro trabajo apunta a promover decididamente el desarrollo del cine y el audiovisual en el Perú y lo hacemos generando cada vez mejores condiciones para apoyar el financiamiento de películas, festivales, proyectos de circulación de obras, participación en eventos internacionales y la preservación del patrimonio audiovisual, así como espacios de exhibición alternativa y formación de nuevos públicos en todas las regiones del Perú y su internalización.
En este sentido, apostamos también por la creatividad de nuestros pueblos y por el registro y la representación de nuestra historia. Ahí reside también la contribución del cine y el audiovisual a la consolidación de nuestras democracias.
Aun cuando los retos son muchos, hemos tenido avances importantes en materia de políticas de promoción de la cinematografía y el audiovisual. Hace 25 años, cuando se lanzaba la primera convocatoria de concursos de proyectos y obras cinematográficas y se celebraba la primera edición de este Festival, el Ministerio de Cultura no existía como tal, ni se contaba con un marco normativo que abarque el espectro audiovisual, ni la producción cinematográfica y la producción peruana era de no más de dos o tres películas estrenadas comercialmente al año. Sin embargo, antes del inicio de la pandemia llegaron a ser 35 (la mitad de ellas apoyadas por los Estímulos Económicos para la Cultura).
El vigesimoquinto Festival de Cine de Lima PUCP es la oportunidad de promover, evidenciar y garantizar los derechos culturales y esfuerzos conjuntos. Por ello, saludamos el apoyo y el trabajo sostenido de la sociedad civil para lograr que el Perú sea conocido como país de creadores y artistas, y saludo nuevamente el compromiso del Festival de Cine de Lima por hacer de los ciudadanos y ciudadanas que participan de él, un público que mira el mundo desde el reconocimiento de la diversidad cultural.
Ciro Gálvez Herrera
Ministro de Cultura

A diferencia de la pintura, la música y la escultura, el cine es un arte del siglo XX. Mientras aquellas nos llevan a una larga historia de tributos, el cine ocupa el siglo XX y lo que llevamos del XXI. Es un arte más joven, sí, pero cambió el mundo y nuestra percepción de la realidad y del ser humano. Es difícil explicar su magia aunque sea fácil aceptar que una sucesión de imágenes es capaz de maravillarnos o de generar enfado; es capaz de despertar una carcajada o de arrancarle una lágrima al corazón más frío; es capaz, sin duda, de hacer mejor persona a un espectador o puede hacerlo abandonar la sala sumido en una tristeza que no tenía al llegar. En ello radica parte de su magia y la intimidad que se crea, en medio de la oscuridad, ante una pantalla que impone silencio y nos abre los ojos del alma.
Que el Festival de Cine de Lima PUCP cumpla 25 años es motivo de alegría y orgullo. No es una velita más sobre una torta ni señal de que ya alcanzó la adultez definitiva. Hay bastante más que eso. El Festival ha ganado en formato, calidad y presencia en un medio poco dado a la vida cultural. Son 25 años irradiando arte, cultura, creando espacios para vivir el cine, despertar la consciencia y cultivar la sensibilidad. Cada Festival es una experiencia distinta. Siempre positiva, por cierto. Siempre nos deja algo que nos llevamos a casa, mientras contamos los meses que faltan para el siguiente.
En la PUCP estamos orgullosos del éxito del Festival y no dejamos de agradecer año a año a quienes lo hacen posible. En cada oportunidad hay detrás de la cartelera y de las actividades adicionales un equipo de personas que se quema las pestañas durante meses para que cada pieza esté en su lugar. A ese equipo se debió que el 2020, ante la imposibilidad de asistir a una sala, tuviéramos el primer festival digital de la historia de nuestro país. El CCPUCP asumió el desafío y salió airoso. Digno de aplauso.
Apoyar la creación, el arte y la cultura es una dimensión de nuestro quehacer institucional. Llevamos 104 años comprometidos en ello. Seguiremos haciéndolo. Promover la cultura es la mejor manera de conservar encendida la esperanza de un futuro mejor. ¡Feliz aniversario!
Dr. Carlos Garatea Grau
Rector de la Pontificia Universidad Católica del Perú

Más que una casualidad, un acto visionario. Celebrar los 25 años, las bodas de plata, en plena conmemoración del Bicentenario de la Independencia, confirma aquella noción de que lo cotidiano adquiere su verdadera dimensión a la distancia del tiempo, cuando se convierte en historia.
A los 25 años que recorre el Festival de Cine de Lima PUCP, se suma la evocación y, más que la nostalgia, una obligada reflexión. Pensar, por ejemplo, en lo que era el país nuestro, tan pródigo en riesgos, y lo que representaba aquella aventura de establecer un festival de cine en aquellos inciertos tiempos.
Eran los días en los que se recuperaban las noches. Miles, no cientos, salían de sus casas no tanto para abandonar el tedio como sí el miedo. Se trataba de reformular la vida, apenas detenida por un espasmo del tiempo, y, con ella, convertir a Lima en una de las sedes donde el arte tuviera nido y epicentro, fulgor y creación.
No fue un empeño austero y tampoco solitario. Los peruanos volvían a tener fe en la ambición. Por esos días la capital iniciaba también la recuperación de su Centro Histórico y, tiempo más tarde, Lima sería sede de bienales artísticas internacionales que reconfiguraron el mapa cultural de toda la América Latina desde entonces.
Pero al cine le competen otras aficiones. Cifrar los cimientos de la originalidad y la identidad, por decir los más importantes. Y a partir del festival que promueve el CCPUCP, no solo se ha establecido un estímulo para encaminar a los realizadores hacia ese camino, sino que además se ha transformado también el rostro del país.
Desde el entusiasmo y la convicción ha ido cimentándose la tradición del Festival. No solo se transformaron los públicos (que albergaron amantes del arte, creadores, cinéfilos), sino también universitarios, estudiantes, públicos de todo tipo y de todas partes, que hicieron un alto en sus agendas y rutinas y establecieron la semana del Festival como uno de los rituales anuales.
Y en todo ese camino estuvo la Fundación BBVA, dando impulso a esa convicción que afirma que la cultura redunda siempre en el beneficio de todos, de la sociedad en su conjunto. Desde la creación, aprendemos a comprender las visiones y nociones de aquellos que ven el mundo de un modo diferente y, a partir de entonces, nuestra tolerancia se convierte en solidaria e integradora.
El acompañamiento de la Fundación BBVA se sostiene en la certeza permanente de que el éxito de todos es también el nuestro. Y que a partir de ese cine y cada una de sus múltiples miradas emprendemos la tarea de aprender cada vez más de los distintos modos en los que se compone y anhela el mundo.
Ese mundo que siempre se está por crear y descubrir.
Nelson Alvarado Jourde
Gerente de la Fundación BBVA en Perú

Para la Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales (Egeda Perú) es una inmensa satisfacción contar con la colaboración del CCPUCP, el cual fue capaz de colocar al cine peruano en el sitial que le corresponde. Desde la primera edición del Festival de Cine de Lima PUCP (FCL), el CCPUCP ha puesto todo su esmero para que ello ocurra y, finalmente, ha llegado a la edición 25 convertido en un festival posicionado en el mundo.
Para los productores –en tanto, titulares de los derechos– y para la sociedad de gestión colectiva que los representa en el territorio peruano, ello constituye un tremendo aporte con miras a la difusión no solo del cine peruano, sino de nuestra cultura, gastronomía y riqueza natural expresados mediante el formato audiovisual. Esta es una tarea que el CCPUCP lleva a cabo con tremendo éxito. Eso explica el aniversario 25 que hoy festejamos con alegría.
El éxito y posicionamiento del FCL en Iberoamérica y el mundo se debe a la dedicación del CCPUCP, cuyos directivos y miembros de su gran equipo empiezan a trabajar en cada edición del Festival apenas bajado el telón de la anterior. A ellos les debemos nuestro reconocimiento y agradecimiento.
A las instituciones públicas y privadas, así como a todas las peruanas y peruanos, solo nos queda sumarnos al gran esfuerzo que viene desarrollando el CCPUCP año a año. En tal sentido, Egeda Perú no dudará en seguir brindando su apoyo para que el FCL siga creciendo y difundiendo nuestro cine y, por ende, la riqueza de nuestro país.
En estos momentos difíciles que atraviesa nuestro país, solo nos queda sumarnos a nuestros creadores –los productores audiovisuales–, y es el FCL un espacio de unión para todos los peruanos.
¡Felicidades, amigos del FCL, por este aniversario! Esperamos celebrar muchos más en beneficio de nuestro país.
Jaime Campos
Director general de Egeda Perú
Josué Méndez y Marco Mühletaler
Director artístico del FCL y director del FCL
HISTORIA
Hay mucho que contar en el camino recorrido por el FCL. Pero lo importante siempre ha sido la sensación de estar en la dirección correcta. La ilusión de avanzar en una trayectoria vital, en la que el cine latinoamericano impacta y seguirá impactando en la vida de miles de personas.
Hace 25 años en el Centro Cultural de la PUCP dimos inicio a un viaje extraordinario. Uno en el que hemos depositado lo mejor de nosotros para hacer real un proyecto que, entonces, sonaba inverosímil. Después de todo, ¿cómo creer que el Perú podía tener un festival de cine propio, identitario, tal como en las grandes ciudades del mundo? Pero en realidad la gran pregunta que elegimos hacernos fue ¿y por qué no? De esa sencilla convicción y amor por el cine nos alimentamos. Así en julio de 1997 lanzamos el I Encuentro de Latinoamericano de Cine, con dieciséis películas en competencia y la participación de invitados internacionales de la talla de Silvia Pinal, Jorge Sanjinés y Arturo Ripstein.
Vista ahora, la organización fue también una declaración de principios: creer y apostar por el cine latinoamericano hecho con pasión, profesionalismo, y dueño de una sensibilidad particular. No es de extrañar que la segunda edición del encuentro, al año siguiente, consiguiera un salto de diferenciación enorme. Ampliamos las actividades, creamos la sala elcine, que comenzó a funcionar durante todo el año dentro del Centro Cultural, y añadimos sedes.
En los siguientes años, y como ha sido el rasgo natural de este viaje, seguimos ese norte: diversificamos, afinamos y enriquecimos la propuesta artística del Festival, tanto a nivel de programación como en las iniciativas y programas alrededor del evento. Agregamos nuevas secciones, competencias, premios y salas de exhibición; emprendimos actividades clave para la conexión público-artistas (como los Diálogos con los Cineastas y múltiples conversatorios); ampliamos los criterios para la elección de los jurados; dimos especial importancia a seguir homenajeando a las figuras y profesionales del quehacer cinematográfico de la región, visibilizando su trabajo para las nuevas generaciones de espectadores y colegas; y pactamos alianzas con patrocinadores e instituciones nacionales e internacionales, que ayudaron a darle un mayor peso global al Festival.
Y adaptados a las nuevas dinámicas y oportunidades del nuevo milenio, convertidos ya en un festival, nos pusimos en el corazón mismo de la cinefilia mundial, representando un faro de lo más selecto y audaz del mejor cine que se hacía en el mundo. Hemos contado con películas estrenadas y reconocidas el mismo año en festivales tan emblemáticos como Cannes y Berlín. Esta misma internacionalización se vio también reflejada por el renombre de los invitados. Federico Luppi, Karim Aïnouz, Geraldine Chaplin, Bruno Dummont, Werner Herzog, Lisandro Alonso, Ana Katz, Alexander Payne, Lázaro Ramos, Isabelle Huppert, Fernando Solanas, Gael García Bernal, Olivier Assayas y Laurent Cantet son algunas de las figuras que nos han acompañado en estos primeros 25 años, además de muchos otros profesionales de distintas partes del mundo.
Pero el Festival de Cine de Lima PUCP fue también motor inagotable para la vitalidad del cine peruano. En él, junto a las obras de directores más consolidados, se proyectaron las óperas primas de una joven hornada de realizadores nacionales quienes, a través de una mirada cinematográfica totalmente personal, ofrecieron nuevas respuestas (o preguntas) acerca del estado de la cuestión del ser peruano.
Por supuesto hay mucho más que contar de estos veinticinco años. Lo importante no es tanto lo logrado, sino la sensación de estar siempre en el rumbo correcto. El convencimiento de seguir avanzando, con la misma ilusión y capacidad de asombro, como una trayectoria sin prisa. Obstáculos siempre habrá, pero, más que la función, es la vida la que continúa. Y el cine es parte vital e inconfundible de ella.
FUNDADORES
Conocer algunas incidencias del Festival por dentro y hacer un repaso memorioso y sentimental. Eso es lo que se propusieron hacer Marco Mühletaler y Josué Méndez, director del FCL y director artístico del FCL respectivamente, al conversar con algunos de los directores y asesores pioneros del Festival, verdaderos fundadores de esta aventura.
Un reconocimiento también para José Ambrós, programador fundador del festival, quien nos dejó a inicios del 2020 y al que recordamos con mucho cariño.
Edgar Saba
“El FCL surgió como las cosas más grandes: de manera muy sencilla”
Alicia Morales
“El FCL ha sido distinto cada año y por eso ha vivido tanto tiempo"
Ana María Teruel
“Lo más lindo ha sido el entusiasmo y el amor que cada uno le puso”
Alfredo Luna
“El Festival es un hijo que ha crecido y madurado”
Carlos Galiano
“Incluso llamándose ‘festival’, el FCL nunca dejó de ser un encuentro”